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Cómo se ve afectado el aprendizaje en los niños durante un duelo

En la mayoría de las ocasiones asociamos la palabra duelo a la tristeza que un ser humano puede sentir por la muerte de algún ser querido. Sin embargo, esta palabra va más allá de eso, tiene varios tipos y diferentes fases que se manifiestan cuando se sufre alguna pérdida y no solo por el fallecimiento de un familiar, así mismo afecta la productividad de las personas de diferente manera, pero en esta ocasión me centraré únicamente en el rendimiento académico de los niños.

Como padres de familia en alguna ocasión nos hemos encontrado frente a un comportamiento negativo y recurrente por parte de nuestros hijos, pero no sabemos bien por qué. Lo peor es que este comportamiento que creemos que es de un día, se vuelve una semana, un mes o más y las estrategias se nos agotan, la paciencia se termina y la frustración se apodera de nosotros.

En ocasiones se nos dificulta entender qué sucede porque creemos que está todo bien en casa, que “no ha pasado nada relevante” y resulta que… “solo nos cambiamos de casa” “solo los cambiamos de escuela” “solo se mudó su mejor amigo” y un largo etcétera que nada tiene que ver con la muerte, razón por la cual pensamos que nuestros hijos no están atravesando por un duelo o no están sufriendo una pérdida.

El duelo es una reacción emocional y de conducta en forma de sufrimiento y aflicción cuando un vínculo se rompe. Es decir, es el proceso de adaptación emocional que sufre el ser humano ante alguna pérdida, por ejemplo: la pérdida de empleo, de un ser querido, de un objeto, de una relación, etc.

Existen distintos tipos de pérdidas:

Pérdidas materiales:

Ocurren ante la ausencia de posesiones de cosas u objetos, en el caso de los niños puede ser extravío o descompostura de su juguete u objeto favorito.

Pérdidas evolutivas:

Está relacionada con los cambios en las etapas de la vida (niñez, adolescencia, vejez, entre otros)

Pérdida de capacidades:

Se da cuando una persona pierde capacidades mentales o físicas.

Pérdidas relacionales:

Se relacionan con la pérdida de personas (separación por cambio de residencia, divorcio, muerte, rupturas familiares, rupturas de amistades, etc.)

Fases del duelo:

No siempre ocurren en todas las personas y tampoco suceden en el mismo orden, sin embargo algunos de ellos surgen a partir de alguna pérdida, estos son:

Negación:

Ya sea de manera consciente o inconsciente la persona no acepta la realidad, esto lo utiliza el cerebro como mecanismo de defensa para reducir la ansiedad de la situación.

Ira, Enfado o Indiferencia:

La persona puede llegar a sufrir enojo e irritación como consecuencia de la tristeza vivida, en algunos casos pudiera buscar culpables en si mismo o en los demás incluidos animales u objetos.

Negociación:

La negociación puede ser consigo mismo o con su entorno, intenta buscar una solución a la pérdida a pesar de saber que es imposible que suceda.

Dolor emocional:

La pérdida ocasiona tristeza y en ocasiones depresión

Aceptación:

En este punto la persona asume que la pérdida es inevitable y comprende lo que ha sucedido, aprende a seguir con su vida.

Afectación del rendimiento escolar:

Cuando los niños pasan por una pérdida y por consiguiente por un duelo, su rendimiento académico se ve afectado y puede manifestarse de diferentes formas, ya sea con dificultad para dormir y esto se traduce en cansancio durante el día para realizar sus actividades; puede disminuir el interés por aprender cosas nuevas y renuencia a realizar tareas académicas; así mismo puede experimentar falta de concentración y de memoria, lo cual dificultará el aprendizaje; también puede haber problemas de comportamiento o actitudes agresivas durante el día.

Procura darle tiempo para que viva su duelo, entre menos estresado esté más fácil será retomar las tareas educativas, recuerda que una de las tantas ventajas que tenemos las familias homeschoolers es la flexibilidad de tiempo, entonces dale prioridad al duelo y una vez que lo haya superado con tu apoyo, tu hijo marcará la pauta para seguir aprendiendo y lo vas a notar fácilmente porque su actitud hacia el aprendizaje va a cambiar.

De esta experiencia traumática seguramente van a obtener aprendizajes significativos que les ayudarán en su vida futura, tu pequeño tendrá desarrolladas herramientas emocionales que no tenía o que no había descubierto que eran parte de él, asegúrate de que sienta que lo escuchas, que lo apoyas y que lo entiendes, de esta manera podrá expresar sus sentimientos sin sentirse juzgado.

Una manera ligera y sin presión de regresar al estudio es realizar actividades que lo hagan expresar sus emociones, el arte, la música y la actividad física son excelentes aliados para esta situación, puedes crear unidades de aprendizaje o proyectos en los que lo invites a pintar, dibujar, escribir, o moverse al ritmo de la música para expresar sus sentimientos, así mismo puedes incorporar la meditación, yoga o alguna actividad física para reducir su estrés emocional.

Autor

pensarcrearyaprender@gmail.com

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