Rutina

Cómo organizarme si mis hijos hacen homeschool

Cuando voy al parque con mis hijos, los comentarios más comunes que me hacen las demás mamás son: “a ti te tocaron hijos muy responsables”, “a ti te tocaron muy bien educados”, “a ti te tocaron muy cooperativos”. Y lo primero que viene a mi mente es: ¿A caso los hijos nacen así al azar?, ¿su comportamiento depende de la suerte que te toque?, considero que no, realmente pienso que si mis hijos están aprendiendo a ser ordenados, disciplinados, respetuosos y trabajadores es porque en casa lo hemos enseñado.

Me parece injusto pensar que es porque así lo quiso el destino, cuando en realidad es producto de mi trabajo como madre, pero hoy no me voy a quejar aquí, no te preocupes. Lo que sí voy a hacer es decirte cómo lo he hecho yo a través de los años para que puedas tomar lo que consideres necesario para tu familia.

Lo primero que te recomiendo es hacer ajustes, recuerda que “es imposible obtener resultados diferentes haciendo las mismas cosas”, es decir, necesitas revisar tu agenda, tus horarios, tu rutina y modificar lo que sea necesario. Así mismo, es necesario que tengas determinación para hacer las cosas, ya que muy probablemente al principio te saque de tu zona de confort, pero después todo será mejor.

Una vez que estés decidida a realizar esos ajustes será necesario que persistas hasta que se vuelva un hábito, recuerda que los hábitos se forman en la medida que repitas la misma actividad diariamente, aquí la determinación va a jugar un papel importante porque la motivación se irá, habrá días que vas a querer rendirte y solo te quedará la determinación para seguir avanzando. Pero créeme cuando te digo que vale la pena intentarlo hasta que se vuelva hábito y entonces cuando ya tengas todo bajo control, podrás disfrutar de una vida más organizada, pero sobre todo más tranquila.

Para algunos puede sonar fácil y para otros difícil lo que acabo de decir, esto depende de qué tan disciplinada seas para hacer las cosas. Pero independientemente de eso te diré cómo hacerlo. La organización va a derivarse directamente de qué es lo más importante para ti y debes crear conciencia de cuánto tiempo vas a dedicarle a cada actividad.

Una vez que tengas claro los dos puntos anteriores revisa tu rutina y organízala de tal forma que puedas realizar todo lo que es importante sin saturarla y sin que mueras en el intento, ¿a qué me refiero con esto? A que tienes toda la semana y todo el mes para hacer lo que es importante, agéndalo, asígnale horario y tiempo; de tal manera que lo realices el día, la hora y el tiempo que le asignaste; sé realista con lo anterior para que no queden las tareas mal hechas o inconclusas.

Si aún no logras ver cómo hacerlo, te pondré un ejemplo a continuación: Supongamos que es importante para ti realizar las actividades escolares con tus niños, tener comida lista, ropa limpia, y casa en orden. Aquí ya has determinado lo que es más importante para ti, ojo no quiere decir que no existan otras cosas o que estas tareas que delimitamos como “las más importantes” sean fáciles de hacer, pero ya tienes una idea de qué es lo que no puedes dejar de hacer.

 Ahora vamos con el tiempo: Tienes toda la semana o mes para que estas tareas se puedan llevar a cabo, yo te sugiero que lo hagas en un calendario mensual y escribas sobre él, de esta manera el calendario semanal se llenará en automático. Observa tu calendario y asígnale un día para realizar tus tareas importantes, habrá tareas que las tienes que realizar diario, otras dos veces por semana y así sucesivamente, así mismo ve asignándoles tiempo, esto dependerá de cuánto te tardas en realizar cada actividad, ve checando que no queden muy saturados los días para que no vayas a autosabotearte por haber llenado de más la agenda.

 Te voy a dar un consejo para que tu agenda no esté tan saturada, en ocasiones el cocinar para dos días ahorra tiempo; si lavas una carga diaria de ropa, será más fácil y rápido que si asignas un solo día para lavar lo de toda la semana. Si le dedicas unos minutos a limpiar a profundidad una parte de la casa, será más rápido, se mantendrá limpio por más tiempo y será menos cansado que si le asignas un día para limpiar todo el hogar.

Una vez que tengas lo anterior te daré el siguiente consejo que me ha salvado de morir en el intento. Es indispensable involucrar a toda la familia, al principio no voy a negar que te vas a tardar un poco más en explicar, enseñar y revisar las tareas asignadas (incluyendo al marido), incluso puede que llegues a pensar que prefieres hacerlo todo sola porque es “más rápido”, pero tranquila, esa “lentitud” que ves al inicio, se convertirá en tu mejor aliada a la brevedad, esto va a depender de la destreza de tu familia, pero créeme cuando te digo que es una inversión de tiempo y no una pérdida.

Te cuento que cuando mi hija tenía 3 años aprendió a tender las camas, al principio le tenía que dedicar más tiempo a recordar con ella cómo es que se tendía una cama desde cero, poner la sábana de resorte no es fácil pero aprendió, hacer que las sábanas queden sin arrugas no es fácil pero aprendió, sólo tuve que estar ahí para darle soporte cuando ella lo necesitaba, al principio lo hacía con ella, pero después mi soporte era verbal, mientras yo doblaba y acomodaba su ropa ella tendía la cama. Y por increíble que parezca hoy en día no hay nadie en la familia que tienda mejor la cama que ella.

Cuando mi hijo mayor tenía 4 años aprendió a lavar la loza, María Montessori dice que todos los objetos que manipule un niño debe ser de material natural, pero en mi caso yo no quería ver vidrios o cerámica tirada por todos lados y menos que se cortara él, entonces recurrí a los vasos y platos de plástico, él se sentía contento de lavarlos porque decía que ya era grande, porque hacía actividades que hace la “gente grande”.

En la actualidad mis hijos son capaces de poner todas las cosas en su lugar, lavar la vajilla, lavar, secar, doblar y acomodar su ropa y sus sábanas; mantener sus habitaciones en orden; preparar sus cosas para sus actividades extraescolares; preparar alimentos sencillos y realizar sus actividades sin que yo tenga que estar detrás de ellos. Y tiene diez y seis años respectivamente.

¿Cómo lo vas a lograr tú? Repito, asignando tareas del hogar a TODOS los miembros de la familia de acuerdo con sus edades y capacidades, te darás cuenta que el hecho de que te ayuden a ordenar sus cosas, poner la ropa sucia en la lavadora, sacar la basura, limpiar la mesa, regar el jardín y un sinfín de “detallitos” que te toman uno o dos minutos, si repartes las tareas, al final te ahorrarán mucho tiempo de limpieza, que podrán utilizar para hacer otras actividades, descansar y fluir de manera relajada con la vida.

Te repito, al principio va a ser un poco más tardado, pero ten paciencia, cuando menos lo esperes verás los beneficios de esto, sin dejar de lado que estás enseñando a tus hijos la autonomía, disciplina, orden, limpieza, trabajo en equipo y con algunas tareas domésticas incluso trabajas la psicomotricidad fina, ya que el limpiar la mesa, las ventanas o lavar los platos ayuda a desarrollarla.

Recuerda que la organización es una decisión que se convierte en hábito y éste a su vez se convierte en disciplina, no es inherente a los humanos, hay que trabajarla todos los días y es una buena herencia para tus hijos.

Autor

pensarcrearyaprender@gmail.com

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