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Qué hacer cuando los niños no quieren aprender

Seguro te ha pasado en alguna ocasión que pasas horas investigando sobre algún tema, buscando recursos y haciendo material para enseñarles a tus hijos, pero que al mostrarles ellos simplemente se dan la vuelta y se van o te dicen que no quieren hacer eso, o que están cansados, que el tema es aburrido y terminas decepcionada porque pasaste horas en eso que según tú es muy importante que los niños aprendan.

Cuando te topes con la apatía, el cansancio o te digan deliberadamente “hoy no quiero aprender”, te invito a que les preguntes qué quieren hacer en su lugar, entre las posibles respuestas puede estar, ver la tv. Jugar con sus juguetes, ir al parque, colorear, leer un libro y un largo etcétera. Con base en sus respuestas piensa cómo puedes potenciar esa actividad para que sean aún más productivas.

En una ocasión mi hijo me dijo “solo quiero mirar el cielo todo el día”, así que salimos al jardín y nos acostamos a ver el cielo, de pronto él empezó a observar que las nubes se movían y que algunas iban cambiando de forma, pasaron varios aviones y dejaron una estela blanca y él se interesó en saber por qué sucedía. Así mismo paso con las aves que se cruzaron por el jardín y empezó a realizar semejanzas y diferencias entre los aviones y las aves.

Esa mañana fue bastante productiva, porque mientras él “sólo miraba el cielo” le surgieron muchos temas de los cuáles quiso investigar, entró deseoso de buscar en los libros y en internet sobre todas las dudas que tenía, entre los temas que investigó recuerdo algunos como el ciclo del agua, el aire y el oxígeno, cómo y por qué vuelan los aviones, cómo y por qué vuelan las aves, hizo una tabla de semejanzas y diferencias entre aves y aviones. Investigó sobre el sol, la luna, los planetas y duramos varios días “sólo mirando el cielo” e investigando.

Para él era super divertido mirar el cielo en lugar de estudiar, recuerdo que después de un rato entraba a la casa con urgencia, queriendo encontrar respuesta a todas sus dudas; así mismo, escribía sus pensamientos, aprendizajes y conclusiones en una libreta, todo esto sin que yo le dijera nada. Así pasaron varias semanas y después me dijo “hoy sólo quiero ver el piso” salimos nuevamente al jardín porque me pareció una idea fabulosa, sabía que se desprendería otro mar de aprendizajes para él.

Él era el niño más feliz “viendo el piso”, porque creía que yo estaba de acuerdo con su flojera y apatía, lo que él no sabía es que yo realmente estaba partiendo de sus intereses y estaba alimentando su curiosidad, prueba de ello es que hasta el día de hoy le fascinan las hormigas y sus increíbles hormigueros. Como puedes ver, el aprendizaje está en todas partes y lo que puede parecer simple para ellos, puede tener un sinfín de conocimiento si estás atento a sus intereses.

 Si sólo quiere ver una película, hazlo de manera activa, es decir, comenta sobre las situaciones, hazle preguntas como qué habría hecho él, o por qué crees que el personaje hizo tal o cual cosa y te darás cuenta que estás trabajando distintos valores, que también son parte esencial de una persona. Si quiere colorear pintar o dibujar, está trabajando la motricidad fina, además de que la caligrafía ayuda al cerebro a desarrollar distintos procesos.

El mensaje que quiero darte es que alimentes su “flojera” ya que en esa flojera puede haber muchos aprendizajes muy ricos, incluso más que si sólo lo sientas a contestar un libro de ejercicios.

Autor

pensarcrearyaprender@gmail.com

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